23.12.11

colores

El día no estaría tan gris si mi ánimo no estuviese así de descolorido.
Ni siquiera tiene la mística de un sepia o del raro garabato de un artista.
Más busco los motivos y menos los encuentro en este tobogán de sensaciones.
Todas se van para abajo y luego, como en un juego, quieren tirarse de nuevo.
Espero en la vereda que alguien doble por la esquina con un color para mí.
Prefiero los tonos primarios para experimentar matices con algo de encanto.
No quiero más que reinventarme en las manos de un pintor que me descubra.

12.12.11

epístola al pasado

Hoy te busqué por ahí, quería saber cómo estabas. Y cuando te encontré supe que no hay nadie que no merezca ser feliz. Todos tenemos derecho a sonreír, a tener el espíritu tan lleno como cuando comemos una sandía. Pero inflarse el alma de satisfacción no es tan fácil como darle oxígeno a los pulmones, aún cuando las oportunidades son como el aire, están en todas partes.

Te vi feliz y por lo que te conozco, sé que esa foto no era una vidriera. Acaso tuviste que resignarte a algunas cosas para conseguir lo que quisiste, pero yo también perdí sueños cumplidos en el camino. Lo triste es quizás, que el fracaso todavía no se me hizo pasado como a vos, lo llevo conmigo aún cuando sé que haber avanzado juntos hubiese sido el verdadero fracaso. El error siempre está en el proceso, y no en el resultado.

Si fueras vos al que se te hubiese ocurrido espiarme, también me verías feliz. Lo estoy. Y si miraras con detalle mi foto sabrías como yo, que es auténtica. Jamás estuve tan segura de lo que he tenido, pero como la vida es una rueda, aquí abajo cumplo mi condena esperando que él tenga las mismas ganas que yo. Las ganas que no tuve antes, y que ahora no quiero que se me escapen.

Lo espero aunque me duela porque cuando el amor es muy grande el corazón encuentra motivos para latir. Sólo espero que él no deje que la rueda me aplaste, como en el pasado dejé hemipléjica a nuestra relación…dejé paralizado un lateral cuando me fui. Y sin embargo lo grandioso de todo esto, es que el amor me sostiene a su lado, aguardando cumplir algunos sueños más.

Sí, hoy cuando te vi supe que todos merecemos ser feliz. Tal vez cuando me encontré con tu sonrisa natural, te perdoné. Y supe que ya era hora, porque vos me habías perdonado hace mucho. Merecés esta felicidad y espero que multipliques la que tuvimos juntos y le sumes la que no pude darte. De verdad me alegra haberte visto feliz.

Si algún día sos vos el que me ve, imagino que sentirás lo mismo. Respiro cada oportunidad y me lleno con mucha sandía para seguir siendo feliz al lado de este hombre que el destino me ha dado. Sin dudas, aquella época nos tuvo que doler y tuvimos que resignar para encontrar la verdadera felicidad. Quizás de eso se trata.