31.10.13

asusta

Me asusta decirte que aún no las he vivido todas, pero también me asusta decirte que ya entendí que no vas a volver.

#CiclotimiasLiterarias en Cicltomias

25.10.13

¿venís?

- Decime que dormís...
- No, no duermo. Pienso en vos...
- ¿Venís?
- Estoy lejos...
- Como siempre.
- Me encantaría ir...
- Pero no podés...
- ¿Cómo sabías?
- Porque así fue siempre, y así será. Dale... vení. Por favor.
- No puedo.
- No querés.
- Pensá lo que quieras...
- Siento lo que puedo...

24.10.13

nuevo libro - ¡La novela!

En co-autoría, estamos próximos a lanzar la novela: 400 Días, Relaciones en tiempos modernos. 

Más información, haciendo "me gusta" en la FanPage: https://www.facebook.com/400diaspaginaoficial


22.10.13

se fueron

Se me fueron quedando sin excusas, las ganas de que tuvieras ganas.
Se me fueron quedando sin deseos, el deseo de que lo intentaras.
Y sin ganas, sin deseos, sin excusas, nos quedamos sin nosotros.

4.10.13

abusos

No abuses de mi sensibilidad, como no abuso de tu ignorancia sobre mí.
No abuses de mi confianza, como tampoco abuso de tu soberbia vil.
No abuses de mi amor, porque no abusaría jamás de tu deseo de ser feliz.

1.10.13

amor "tejendero"

- Los remiendos del amor se descosen a sí mismos cuando el futuro está huérfano de hilos.
- Ordinario amor, eterno tejendero inexperto, cuya obra no resiste el paso del tiempo, afloja sus costuras, se deshilacha, se pierde.
- ¿Tejendero?
- Tejendero, me gusta esa palabra.
- No existe.
- ¿Y acaso el amor existe?

pasa el tiempo, nosotros quedamos

Pasan los años, pasa la vida, pero nosotros dos quedamos ahí, suspendidos en esa trama recurrente sobre la que se escribe nuestra relación.

Somos personajes - los protagonistas por cierto - de una historia de amor que de ser comercial, tendría record de ventas incluso entre los escépticos de la ilusión, entre las mentes inteligentes que no se permiten esos atajos que bañan las neuronas de la deliciosa pero adictiva miel del placer.

Cada vez, cada fecha estipulada en la que coincidimos saludarnos, preguntarnos cómo estamos, saber hacia dónde vamos cada uno sin nosotros, decimos las mismas frases, remarcamos los mismos silencios, insinuamos la misma idea de imaginar lo que hubiésemos sido si nos animábamos a ser.

Pasan los años, pasa la vida y somos esos personajes que cada vez que coincidimos rendimos homenaje al desencuentro voluntario, que no es otra que la resignación de saber que podemos y podremos hablarnos, escucharnos, vernos, pensarnos. Podremos siempre encontrarnos en el desencuentro, pero no podremos nunca desencontrarnos para de una vez por todas, encontrarnos.